Viernes 19.04.2024
Actualizado hace 10min.
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    Comienzo de Cuaresma con la procesión del Papa Francisco

    Como es tradición, el Papa Francisco celebrará el Miércoles de Ceniza después de una procesión desde la iglesia de San Anselmo hasta la Basílica de Santa Sabina, que pertenece a la Orden de los Dominicos.

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    Pero, ¿por qué cada año el Papa sigue esta costumbre? Precisamente, es tradición en Roma que cada día en el tiempo de Cuaresma se visiten diferentes iglesias para orar vísperas o participar en la Eucaristía. Una de ellas es Santa Sabina.

    Esta tradición probablemente se remonta a la comunidad cristiana primitiva cuando los miembros se visitaban entre sí, de hogar en hogar. La tradición evolucionó, para que el Santo Padre celebrara Misa en distintas zonas de la ciudad para fortalecer el sentido de comunidad. De hecho, es muy probable que el Colegio de Cardenales se formara de esta manera, siendo los primeros cardenales los párrocos de estas Iglesias estacionales.

     

    Bonaventure Agbali, fraile dominico, dijo a ACI Prensa que “siempre estamos felices” porque “es un privilegio para nosotros recibir al Santo Padre el Miércoles de Ceniza”.

    “Para mí es un gran honor, es un gran privilegio como dominico, personalmente, porque he estado aquí durante dos años y cada año tuve la oportunidad de estar cerca del Papa”.

    El religioso asegura que también el resto de dominicos “aquellos que residen aquí, aquellos que viven en Roma y para todos los dominicos de todo el mundo, es un honor que cada año podamos recibir al Santo Padre en Santa Sabina”.

     

    “El Miércoles de Ceniza marca el tiempo de la Cuaresma, que es un período de intensa oración, penitencia y obras de misericordia y caridad. Son 40 días de preparación para la celebración del misterio pascual, que es la celebración de nuestra redención en Pascua”.

    Por otro lado, recuerda que “el Santo Padre, en su Mensaje de Cuaresma de este año, nos ha pedido a todos que comencemos este viaje con entusiasmo, confiando en la oración, el ayuno y la limosna para que podamos renovar e inflamar el fuego de la caridad dentro de nosotros”.