En esta oportunidad, la artista intenta mostrar el circo como paisaje de lo humano, un espacio donde confluye la realidad maravillosa y la magia de la risa compartida. El relato visual está compuesto por payasos, acróbatas, contorsionistas, malabaristas y hombres forzudos, que brindan al espectador la mirada de un mundo donde no ingresa el capital sino la belleza. Las obras permanecerán expuestas durante todo el mes de agosto y podrán visitarse de lunes a domingos, de 8 a 18, en Bandera de Los Andes 8956 (Rodeo de la Cruz).