Cómo leer la etiqueta y qué observar al momento de la compra es la clave que le permite elegir correctamente al consumidor. Adherido al envase, el rotulado de alimentos reúne toda la información para conocer procedencia, propiedades nutricionales, fecha de duración, contenido neto y forma de preparación. En el rotulado hay datos como la denominación de venta, que es el nombre específico del producto e indica su verdadera naturaleza y la lista de ingredientes en orden decreciente. Así, el primer componente mencionado es el que se encuentra en mayor proporción. Figura también contenido neto, identificación de origen (indica quién y dónde se elaboró el alimento), lote, fecha de duración mínima (vencimiento y “consumir antes de…”). La información nutricional también es obligatoria: calorías y nutrientes, desagregados hidratos de carbono, proteínas grasas, fibra alimentaria y sodio. Sin signos ni símbolos Para evitar que la información suministrada en el rótulo pueda engañar o confundir al consumidor, se prohíbe que los alimentos envasados utilicen palabras, signos, denominaciones, símbolos o cualquier otra representación gráfica que haga que esa información sea falsa, insuficiente o que pueda inducir a error, confusión o engaño. ¿Y los carniceros? Sabemos que conviene elegir chacinados y reses en establecimientos que cuenten conhabilitación municipal. En caso de comprar el animal entero, se deberá buscar el sello de inspección. Como consumidor, también es necesario saber que los carniceros deben abastecerse en mataderoshabilitados por la Dirección Provincial de Ganadería o el Senasa. Y obviamente, adquirir los productos derivados, chacinados y embutidos solamente en comercios habilitados, verificando en la etiqueta que hayan sido elaborados por empresas autorizadas. Y, por supuesto, está prohibida la venta callejera de estos alimentos.