Martes 19.03.2024
Actualizado hace 10min.
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    La vida sana ayuda a reducir la demencia

    En las nuevas directrices de la OMS se recomiendan medidas concretas para reducir el riesgo de padecer demencia o deterioro cognitivo    

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    Según las nuevas directrices publicadas hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS), practicar ejercicio físico de forma regular, no fumar, evitar el uso nocivo del alcohol, controlar el peso corporal, seguir una dieta sana y mantener la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol en niveles adecuados puede reducir el riesgo de padecer demencia.

    "Se calcula que en los próximos 30 años se triplicará el número de personas que padecen demencia", explicó el Director General de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus. "Tenemos que hacer todo lo posible para reducir el riesgo de que la gente padezca demencia. La información científica que hemos obtenido para la elaboración de esas directrices confirma lo que llevábamos tiempo sospechando: lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro".

    En las directrices se ofrece información básica para que los prestadores de atención de salud recomienden a los pacientes medidas que pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo y la demencia. También servirán de guía a gobiernos, encargados de la formulación de políticas y autoridades de planificación en la elaboración de políticas y programas para fomentar modos de vida sanos.



    La reducción de los factores de riesgo es una de las diversas esferas del plan de acción mundial de la OMS sobre la respuesta de salud pública a la demencia. Otras esferas son: el fortalecimiento de los sistemas de información sobre la demencia, el diagnóstico, el tratamiento y el cuidado, el apoyo a los cuidadores de personas que padecen demencia y la investigación y la innovación.

    El Observatorio Mundial de las Demencias de la OMS, creado en diciembre de 2017, es una plataforma de información sobre actividades y recursos de los países para combatir la demencia, por ejemplo, planes nacionales, iniciativas aptas para personas con demencia, campañas de sensibilización y servicios de atención. La información proviene de 21 países, entre ellos Chile, Francia, Japón, Jordania y Togo, y actualmente hay un total de 80 países que participan en la presentación de más datos.

    La creación de políticas y planes nacionales sobre la demencia es una de las recomendaciones fundamentales de la OMS para los países destinada abordar ese problema sanitario cada vez más importante. En 2018, la OMS prestó apoyo a países como Bosnia y Herzegovina, Croacia, Qatar, Eslovenia y Sri Lanka para que desarrollasen una respuesta de salud pública, general y multisectorial, a la demencia.

    Un elemento fundamental en cada plan nacional para la demencia es el apoyo a los cuidadores de las personas con esa enfermedad, dijo la Dr. Dévora Kestel, Directora del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias en la OMS. "Muy a menudo, los cuidadores de las personas con demencia suelen ser familiares que necesitan hacer cambios importantes en su vida privada y laboral para poder cuidar a esos seres queridos". Esa es la razón por la que la OMS creó iSupport, un programa de formación en línea para cuidadores de personas con demencia con consejos sobre la gestión general de las tareas de cuidados, la forma de actuar ante cambios en el comportamiento de los pacientes y el modo en que cuidar de su propia salud". iSupport se utiliza actualmente en ocho países y se prevé que llegue a más dentro de poco.

    Demencia: un problema de salud pública en rápido crecimiento

    La demencia es una enfermedad que se caracteriza por un deterioro cognitivo superior al esperado por un envejecimiento normal. Afecta a la memoria, al lenguaje, al sentido de orientación y a la capacidad de comprensión, de razonamiento, de juicio, de cálculo y de aprendizaje. La demencia se produce como resultado de una serie de enfermedades y lesiones que afectan al cerebro, como la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.



    La demencia es un problema de salud pública en rápido crecimiento que afecta a 50 millones de personas en el mundo. Se producen unos 10 millones de nuevos casos cada año. La demencia es una causa importante de invalidez y dependencia entre las personas mayores. Además, la enfermedad supone una carga económica elevada para toda la sociedad: se calcula que los costos vinculados al cuidado de las personas con demencia alcanzarán los US$ 2.000 millones anuales en 2030.