La Empresa Mendocina de Energía (Emesa) junto con la Fundación Bariloche y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) lanzaron una convocatoria abierta con el objetivo de generar un análisis comparativo de soluciones energéticas integrales a mediano y largo plazo, que contemple los riesgos ambientales, económicos y sociales asociados, para la localidad de Uspallata. La idea marca un hito, ya que contempla incrementar la confiabilidad, calidad y eficiencia en el suministro de energía en la zona reduciendo el uso de combustibles líquidos y las emisiones de gases de efecto invernadero. “La energía no es sólo regalías sino generación de trabajo y de desarrollo. Este proyecto nos permite dar un paso adelante en ayudar a resolver la demanda que un pueblo de montaña pero también ser parte de una estrategia global de reducción de impacto ambiental”, explicó el ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner. Hay que destacar que Mendoza es una de las pocas provincias que ya cuenta con una Agencia de Cambio Climático a nivel gubernamental, que apuntan a generar energías limpias y mitigar el calentamiento global. El proyecto La remuneración estimada para esta consultoría es a todo costo, con impuestos incluidos de hasta cien mil dólares. El proyecto, llamado “Mecanismos y redes de transferencia de tecnología relacionada con el cambio climático en América Latina y el Caribe”, preparado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), fue aprobado por el Consejo del Fondo para el Medio Ambiente Mundial el 11 de setiembre de 2014 y por el directorio del BID el 17 de diciembre del mismo año. El objetivo del proyecto es promover el desarrollo y transferencia de tecnologías ambientalmente racionales en países de América Latina y el Caribe. El fin es  contribuir a la meta final de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la vulnerabilidad a los efectos del cambio climático en sectores específicos de la región. La estrategia del proyecto es construir las capacidades nacionales para identificar, evaluar, desarrollar y transferir tecnologías ambientalmente racionales en la región. A fin de alcanzar los objetivos de esta estrategia, el proyecto: 1) promoverá esfuerzos regionales de cooperación; 2) apoyará los procesos de planificación y de determinación de políticas a nivel sectorial y nacional; 3) servirá como plataforma para la demostración de políticas y de mecanismos que faciliten la implementación de tales tecnologías; 4) movilizará recursos públicos y privados. El proyecto conducirá a la determinación de marcos institucionales y mecanismos para el desarrollo y transferencia para mitigación y adaptación del cambio climático. Esto, considerando y contribuyendo directamente al diseño de factores clave del Mecanismo de Transferencia de Tecnología, según lo acordado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático.