Por primera vez en el interior del país, médicos del Hospital Pediátrico Humberto Notti colocaron en la columna de un paciente barras magnéticas de crecimiento. El pequeño tenía dianosticada una escoliosis de inicio temprano, early onset scoliosis, en inglés. Esta deformidad de la columna a temprana edad, limita el crecimiento y pone en riesgo el funcionamiento de los pulmones y provocan un alto compromiso de la función respiratoria, condición que puede ser letal. Según explicaron los médicos: “Esta escoliosis en general se trata con corset pero sigue avanzando. Llega un momento en el cual uno tiene que moverse con complejidad, ya que ese progreso genera un tronco corto, debido a que en la escoliosis se pierde altura y se comprometen los pulmones. Estos pacientes representan un gran desafío, puesto que debemos pensar en alternativas, porque al ser pequeños en edad y tamaño, no podemos fijar la columna”. “La cirugía consistió en colocar en la columna barras de crecimiento. Como su nombre bien lo dice, en lugar de operar toda la columna, se opera la parte superior e inferior colocando unas prótesis que se unen con las barras magnéticas pero no se fijan. Estas barras acompañan el crecimiento del paciente. Tienen un imán en su interior, lo que permite que desde afuera y, sin  necesidad de una nueva cirugía, con un aparato específico podamos estirarlas. Por ello se llaman barras magnéticas controladas externamente. El material es de titanio y el magneto es de acero”, explicó el médico cirujano especialista en columna Alejandro Morales Ciancio. Existen dos tipos de barras. Las de crecimiento convencionales, en las cuales cada seis meses el paciente debe exponerse a una cirugía en donde los especialistas deben realizar una pequeña incisión y corregirlas manualmente, y las magnéticas, las cuales no requieren intervenir de manera consecutiva a los pacientes. Esto es lo que se pudo lograr exitosamente en el ámbito sanitario público. Se trata de una gran noticia en cuanto a los tratamientos complejos que ofrece el Hospital Notti. Ahora bien, ¿es posible aplicar esta tecnología en todos los pacientes portadores de una escoliosis profunda? Explica el especialista Morales Ciancio: “La cirugía de barras de crecimiento como concepto, sí, es lo que hay que hacer. Sin embargo, las barras magnéticas no pueden colocarse en todos los pacientes, porque existen algunas escoliosis que no lo permiten”. Morales Ciancio sumó que “en la barra magnética, el imán es duro y no se puede doblar. Cuando uno opera una escoliosis, las barras se doblan para seguir a la columna, el magneto no se puede doblar y es largo -porque el niño debe crecer-, entonces hay algunas escoliosis en que la columna está muy doblada, por lo que hay que pensar en colocar las barras de crecimiento convencionales, las cuales vamos estirando manualmente a través de una cirugía. Las barras de crecimiento están disponibles para todo los pacientes que tienen escoliosis de inicio temprano, ya que en general son pacientes muy pequeños en edad, en crecimiento y demás. Sin embargo, es importante ir observando las condiciones de cada columna”. La salud pública demuestra capacidad de respuesta Haber implementado por primera vez en el interior del país esta tecnología es muy beneficioso. No solo habla de las habilidades de los equipos médicos sino también del alivio que representa para las familias no añadir un condimento más a todas sus preocupaciones: el desarraigo. Estos avances ponen en valor la calidad de vida del paciente con tratamiento complejo al aplicar procedimientos que sean exitosos y lo menos invasivos posible. El éxito de esta cirugía es haber podido aplicar tecnología que permite acompañar el crecimiento del paciente sin necesidad de intervenirlo quirúrgicamente en breves períodos de tiempo. “Con las barras magnéticas podemos realizar la elongación de la columna en consultorio. La técnica consiste en convocar a un especialista que posee las herramientas indicadas. Con un aparato específico, se ubica un imán sobre la piel y se realiza la elongación sin dolor, en la medida en que el niño va creciendo. Aproximadamente cada seis meses iremos acompañando el crecimiento de esa columna. Estas barras tienen un límite de crecimiento, entonces lo óptimo es poder mantenerlas el mayor tiempo posible. Una vez que logramos el objetivo, retiramos esas barras y colocamos las fijas, lo que significa además incorporar más elementos de sostén en todas las vértebras”, explicó el cirujano. En cuanto al tratamiento postquirúrgico, los médicos destacaron: “El paciente debe realizar kinesiología, siempre es recomendable y conveniente, por lo muscular y respiratorio. Por única vez, aproximadamente por seis meses, utilizan un corset de plástico para inmovilizar la zona. En general, a esa edad los niños no tienen demasiada actividad física, son niños pequeños, pero digamos que luego de retirar el corset no necesitan estar inmovilizados”. El doctor Morales Ciancio destacó: “Este paciente de nueve años es un campeón: a la semana siguiente del alta, ya estaba tomando clases por Zoom, un capo”. Capacidad para abordar la complejidad Este paciente en particular se abordó interdisciplinariamente, puesto que es portador de un síndrome genético de base. Por lo tanto, la decisión de la intervención fue conjunta con múltiples equipos médicos del hospital. “Por suerte pudimos hacer esto en el hospital, porque lo más importante es que tenemos todo el equipo necesario, desde pediatras, cardiólogos, urólogos, neurólogos, anestesistas, terapistas, enfermeros, infectólogos, kinesiólogos e instrumentistas, para poder enfrentar este tipo de pacientes, porque si bien la cirugía es compleja, esta complejidad se eleva, ya que el manejo del paciente es multidisciplinario. Tuvimos algunas complicaciones en la cirugía, por lo cual fue fundamental la participación de varios especialistas que acudieron en el momento a ayudar en el procedimiento”, indicó Morales Ciancio. Luego de la cirugía, el paciente fue trasladado a la unidad de terapia intensiva (UTI), donde fue recibido por el equipo de terapistas. Ellos tienen vasta experiencia en manejo de pacientes complejos, pero además todos los profesionales del hospital tienen capacidad para este tipo de situaciones. “Esto hace que todas las complicaciones que se pueden presentar en este tipo de pacientes se logren manejar muy bien, con lo cual aumenta la seguridad y la calidad del proceso que debe enfrentar el paciente”, manifestó Morales Ciancio. Por su parte, el doctor José Castro, jefe del Servicio de Traumatología, expresó: “Lo importante que tiene el hospital son los equipos, los cuales están formados y armados, eso permite disponer de manera inmediata de los diferentes servicios. Acá no solo importa la tecnología sino los equipos de profesionales que intervienen para que uno como cirujano implemente esta tecnología. Los pacientes son todos evaluados en conjunto, porque si bien existe la evaluación de la cirugía en sí misma, es decir, la técnica quirúrgica, también hay que evaluar la complejidad del paciente de manera integral. Estamos muy felices por el resultado, la decisión de todo el equipo fue adecuada”. La complejidad del paciente es muchas veces la que define dónde debe abordarse, puesto que hay que tener en cuenta múltiples elementos. En general, los posoperatorios son muy complejos, por lo que es exponencialmente importante contar con un equipo humano capacitado para dar respuesta inmediata. Si bien la tecnología ha aportado grandes avances en el desarrollo de la medicina, no se puede dejar de mencionar que es imposible de aplicar sin un equipo capacitado para ello. Este es el caso a destacar de los equipos humanos que posee el Hospital Notti, centro referente en la atención pediátrica del Oeste argentino.