Huellas   Y tú qué sabes de su andar, de la firmeza de sus pasos, y las penas disipadas junto a las hojas ocres en otoño. Su orgullo caducó en caricias secas, que el viento arrastró tras sus pasos. Las hojas caían junto a sus suspiros de ganas, revelando la pasión oculta en su vestido. Y tú qué sabes de sus locuras, errores y desaciertos, de cuántas veces su corazón fue herido, y en todas ellas se levantó para continuar. Sus anhelos y recuerdos se atesoran en esos pies vagabundos de amor, desatados, esfumándose en la neblina. Podrás juzgar desde ese lugar pasivo y cómodo en que habitas, intentando encontrarla, o quizás retenerla. Pero tan sólo verás sus huellas alejarse sin rumbo, huyendo, tal vez por cobardía, o tal vez en busca del orgullo perdido ese otoño.   Betsabé Cano